QUE ES EMDR?
EMDR es un método psicoterapéutico que trata las dificultades emocionales causadas por experiencias difíciles de la vida, incidentes traumáticos de la infancia, e incluso accidentes y desastres naturales. Puede tratarse de un solo hecho traumático o bien de un cúmulo de eventos.
Indicaciones: Las investigaciones realizadas demuestran que EMDR es muy efectivo en los trastornos por Estrés Postraumático, pero también suele ser muy exitoso en muchos otros trastornos como Trastornos de ansiedad, Ataques de Pánico, Estrés, Depresión, Dolor crónico, Duelos complicados, Trastornos de la Personalidad, Trastornos alimentarios, Adicciones, Abusos…
Duración: EMDR se puede utilizar como único tratamiento o incluirlo dentro de otro tipo de terapia. La duración del tratamiento depende del tipo del problema, de las experiencias pasadas de la persona y de sus circunstancias actuales, por lo que en cada caso hay que realizar una valoración. En general puede ser desde 3 sesiones para un trauma simple hasta más de un año para problemas complejos.
Objetivos:
Para ello tiene en cuenta tres aspectos:
Procedimiento:
La especificidad de la técnica EMDR es su protocolo que está organizado para incidir en unos aspectos determinados del recuerdo aplicando estimulación bilateral, que puede ser visual, auditiva o táctil, produciendo efectos similares a los que se dan en forma natural durante la fase Rem del sueño, facilitando la conexión entre los dos hemisferios cerebrales y la disminución de la carga emocional y permitiendo por tanto a la persona una nueva manera de percibir los recuerdos perturbadores con menos tensión, dando lugar a un proceso innato de integración.
En muchos casos, los síntomas de malestar que presenta la persona tienen su origen en experiencias de la vida temprana que se almacenaron de forma disfuncional y que están interfiriendo en la vida actual produciendo sufrimiento en el presente. A menudo provienen de eventos que pueden no ser recordados como importantes o significativos por la persona (por ejemplo, desprotección, humillaciones…) Sin embargo, la importancia de las causas del trauma no determina la calidad del daño que éste produce, porque sus efectos dependerán de cada persona, de su historia y entorno afectivo, del momento en que se haya producido y de su reiteración a lo largo del tiempo.
La experiencia traumática tiene un impacto neurobiológico: sensaciones, imágenes, sentimientos… permanecen congelados tal como se vivieron en el momento original, y continúan produciendo efectos negativos en el presente y por tanto interfiriendo en el modo en que la persona percibe el mundo y en su forma de relacionarse con los demás y con el entorno. El trauma, no importa su origen, afecta de tal manera la salud, la seguridad y el bienestar de la persona, que ésta puede llegar a desarrollar creencias falsas y destructivas de sí misma y del mundo.
EMDR es un abordaje centrado en el paciente que permite que el terapeuta estimule los mecanismos de curación inherentes al propio sujeto tomando en cuenta los componentes fisiológicos de las dificultades emocionales. Para ello enfoca directamente estas sensaciones físicas además de las creencias negativas y estados emocionales de los síntomas que perturban al paciente.
EMDR como método combina elementos teórico-clínicos de orientaciones tales como el psicoanálisis, cognitivo-conductual y otras.